domingo, 26 de octubre de 2008

Los Estudiantes Salvaron a Colombia

En 1989, la Constitución que regía Colombia cumplía 103 años.

Largas convulsiones y contubernios políticos habían impedido cambios que identificaran realmente a los colombianos, ante lo cual un movimiento de estudiantes universitarios, con sus propios esfuerzos, sueños y anhelos, llevó adelante una campaña nacional conocida como la “Séptima Papeleta”. Esta consistió en depositar un voto adicional, propio, en las elecciones parlamentarias y municipales de 1990, permitiendo a la ciudadanía pronunciarse en favor o en contra de una Asamblea Constituyente.El conteo informal arrojó más de dos millones de papeletas en favor de la propuesta y fue finalmente validado por la Corte Suprema, lo que llevó al Presidente Virgilio Barco a aceptar una votación adicional en las elecciones presidenciales de ese año (27 de mayo). ¿El fundamento de la Corte? La imposibilidad de poner límites al poder constituyente primario (el pueblo).El 86 por ciento de los colombianos se pronunció entonces por una asamblea constituyente que redactara una nueva Carta Fundamental. Siete meses después, el 9 de diciembre, eligieron a los 70 delegatarios que asumieron dicha tarea. (En Chile, un movimiento ciudadano admitió en 2007 haberse inspirado en esa experiencia e intentó, en este caso, llamar a marcar el voto con una consigna alusiva a una asamblea constituyente).

Varios nombres quedaron registrados en los Anales de la Historia de Colombia: Colombia le debe su Constitución a estos hombres y mujeres que hicieron de su sueño realidad.

Fernando Carrillo, Wilson Abraham García, Oscar Ortiz, César Torres, Claudia López, Fabio Villa, Ximena Palau, Pedro Viveros, Diego López, Carlos Caicedo, Oscar Guardiola, Catalina Botero, Miguel Angel Moreno, Manuel José Cepeda, Francisco Cordoba, Juan Fernando Londoño, Oscar Sánchez, Pilar Chiquillo, Alexandra Barrios, Crispiniano Arrieta, Guillermo Barrera, Carlos Caicedo y Jesús Francisco Arteaga, entre otros.

Quienes Eran?

El Movimiento de la Séptima papeleta fue un Grupos de estudiantes de universidades públicas y privadas liderado por: Fernando Carrillo, Wilson Abraham García, Oscar Ortiz, Cesar Torres, Claudia López, Fabio Villa, Ximena Palau, Pedro Viveros, Diego López, Carlos Caicedo, Oscar Guardiola, Catalina Botero, Alfonso Gómez Lugo, Adriano Muñoz, José Elver Muñoz, Juan Carlos Cortes, Jorge Mario Eastman, Miguel Ángel Moreno, Jesús Francisco Arteaga, entre otros, quienes promovieron la introducción de una papeleta electoral adicional a las seis oficiales, en las elecciones de marzo de 1990, a fin de promover la convocatoria de una Asamblea Constituyente en Colombia. Y que finalmente lograron su objetivo de movilizar un país y constituirse en verdaderos artifices de la Cosntituciòn de 1991.

Contexto Jurídico de la 7ª Papeleta

Durante la fase final del trámite de la reforma constitucional promovida por el gobierno del presidente Virgilio Barco se propuso, en diciembre de 1989, convocar a un "Referendo extraordinario por la paz y la democracia" que debería realizarse el 21 de enero de 1990 para consolidar los acuerdos de paz con el movimiento insurgente del M-19. La presión violenta del narcotráfico para que con ocasión de esta consulta el pueblo se pronunciara también sobre la extradición, obligó al gobierno a hundir la totalidad del proyecto.
A comienzos del año siguiente estudiantes de varias universidades del país impulsaron la inclusión de una "séptima papeleta" en los comicios del 11 de marzo de 1990 para apoyar la convocatoria a una asamblea constituyente, a pesar de que este mecanismo de reforma constitucional no estaba autorizado en la Constitución y contrariaba expresa prohibición constitucional (artículo 13 del plebiscito de 1957). El respaldo a esta iniciativa por algo más de dos millones de votos que informalmente fueron escrutados, creó una situación de facto que el gobierno implementó mediante el decreto 927 de 1990, por el cual se facultó a la organización electoral para contabilizar los votos que se depositaran en las elecciones presidenciales del 27 de mayo para expresar apoyo o rechazo a la posibilidad de convocar una asamblea encargada de reformar la Constitución.
Posesionado de la Presidencia de la República César Gaviria, expidió en ejercicio de las facultades de estado de sitio el decreto 1926 de 1990, por el cual se fijaba el temario sobre el cual debía versar la reforma de la Constitución y se convocó a los colombianos para que el 9 de diciembre de 1990 eligieran a los miembros de la Asamblea. Al revisar la constitucionalidad del decreto, la Corte Suprema de Justicia, en sentencia de octubre 9 de 1990, dispuso que la Asamblea Constituyente, como órgano habilitado para ejercer el poder constituyente, no tenía límite en sus competencias y declaró la inexequibilidad del decreto en cuanto que, al fijarle temario a la Asamblea, le restringía sus atribuciones. De esta manera la Asamblea quedó facultada para reformar íntegramente la Carta Política, como en efecto lo hizo el año siguiente, cuando expidió la Constitución de 1991 que hoy rige.
La sucesión de las tres votaciones que, a partir de la "séptima papeleta", sacaron avante el propósito de elegir una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución, ha sido interpretada como un verdadero plebiscito, en donde el cuerpo electoral creó una situación de facto de resonante importancia política, superó todos los obstáculos que impedían introducir un mecanismo de reforma constitucional atípico y se otorgó la facultad de elegir una corporación que se encargaría de expedir una nueva Constitución.

sábado, 25 de octubre de 2008

La Constitución de los Derechos, ¡¡Gracias a los Estudiantes!!

La Constitución de 1991 es llamada también la Constitución de los Derechos, por cuanto reconoce y consagra no sólo los derechos fundamentales, clásicos desde la Revolución Francesa por los que tanto había luchado Antonio Nariño, sino los derechos económicos y sociales, propios del Estado Social de Derecho, consagrada en el artículo 1º de la Constitución y los derechos colectivos, o de tercera generación, dentro de los cuales se destacan entre otros la moralidad pública, la libre competencia económica y el derecho a un ambiente sano. Además crea los mecanismos necesarios para asegurar y proteger esos derechos.
A partir de un movimiento estudiantil formado en 1989, se convoca en 1990 una Asamblea Nacional Constituyente elegida por voto popular directo, la cual promulga en Bogotá en 1991 la Constitución Política de Colombia de 1991. En ella se conserva la denominación de República de Colombia.
En el proceso de negociaciones de paz con los diferentes grupos alzados en armas durante el mandato del presidente Virgilio Barco Vargas, el grupo guerrillero M-19 había hecho énfasis insistentemente en que uno de los principales requisitos para deponer las armas era la creación de una Asamblea Nacional Constituyente para modificar la constitución la cual hasta entonces no garantizaba la creación y desarrollo de otros partidos políticos diferentes a los dos partidos tradicionales, ni daba espacio de representación a las minorías. Ante la negativa del gobierno de hacer una consulta popular que autorizara el cambio constitucional incluyendo una opción en las papeletas de votación para presidente de la república, los estudiantes, en particular los de las universidades, decidieron hacer un movimiento a nivel nacional para que la población incluyera una Séptima Papeleta ordenándole al ejecutivo que conformara una Asamblea Nacional Constituyente. Más del 50% de los votantes incluyó la “Séptima Papeleta” con lo cual el presidente en turno, César Gaviria Trujillo, se vio obligado a cumplir con el mandato popular. De esta forma no solo se logró un cambio constitucional si no también que el grupo guerrillero M-19 entregara las armas y se integrara a la vida política nacional, y que a las comunidades indígenas se les garantizara representación en el Congreso de la República

Estudiantes Proponen y Colombia dispuso

La septima papeleta fue una propuesta surgida de los estudiantes colombianos ante las elecciones del 11 de marzo de 1990 de Colombia, en las que se elegían Senado, Cámara de Representantes, Asamblea Departamental, Gobernador, Concejo Municipal y Alcaldes.

El movimiento estudiantil propuso incluir un séptimo voto en que se solicitaría una reforma constitucional mediante la convocatoria de Asamblea Constituyente. Aunque la papeleta no fue aceptada legalmente, sí se contó de manera extraoficial y, finalmente, la Corte Suprema reconoció la voluntad popular mayoritaria, validando el voto. El movimiento de la séptima papeleta es por tanto el origen de la Constitución de 1991.

Quien lo impulsó?

Este movimiento fue impulsado por un grupo de estudiantes universitarios que querían cambiar las reformas de la constitución de 1886.

La puesta en marcha de una democracia participativa fue uno de los ejes centrales del proceso constituyente. Los jóvenes del movimiento estudiantil empezaron a salir y competir por integrar la Asamblea Nacional Constituyente promovida por ellos mismos.

El primero que se lanzó a la palestra política fue el joven estudiante Wilson Abraham García, que contó con el respaldo inicial de 12 centros de educación de Colombia, pero en el Congreso de Estudiantes de Medellín (Colombia) no se llegó a un acuerdo definitivo y se convocó a otro Congreso de estudiantes en Manizales (Colombia), en el cual se definió el nombre de Fernando Carrillo Florez, como candidato a la Asamblea Nacional Constituyente, quien para la epoca era Asesor del Presidente de la República en este tema.